El País Leonés para un catalán
Josue
Damia Ferrer i Ortells
La Comunidad de Castilla y León es sin duda una autonomía singular y no lo digo sólo por su vasta extensión territorial (constituye la quinta parte de toda España y cuenta con un tamaño similar al de Portugal o Bulgaria), ni tan sólo por haber devenido en la innegable madre - y también en muchas ocasiones, madrastra- de una nación muy poderosa llamada España, sino también por encarnar la fusión de dos antiguos reinos de Taifas que combatieron contra los musulmanes de Al-Andalus: hablo, evidentemente de Castilla por un lado y de León, por otro.
En mi opinión, la constitución de las actuales autonomías en España es, en muchos casos, una aberración. Me parece una locura que de un lado se pretenda fusionar dos antiguas nacionalidades históricas como pueda ser León y Castilla en una sola, que se le niegue la condición de nacionalidad histórica a tierras que lo son (Navarra, Valencia...) mientras que a otros sin haberlo sido nunca se les eleve a ese estatus (País Vasco, Cataluña...) o que se cree de la noche a la mañana territorios como Madrid o La Rioja que no habían existido nunca en la vida.
El pueblo leonés cuenta con identidad de sobra como para constituir una autonomía propia al margen de Castilla. De hecho, el regionalismo leonés pugna por unificar las provincias de Salamanca, Zamora y León para constituir un País Leonés independiente de Castilla pero dentro de España. Me parece justo. Al fin y al cabo, León fue un histórico reino feudal durante algunas centurias y el pueblo leonés tiene identidad de sobra como para ser un mero apéndice de una Castilla que además suele abusar del centralismo de la capital, Valladolid, sobre el resto de la región.
El País Leonés está emparentado con otros territorios peninsulares. Debemos recordar que en España existe una lengua como el astur-leonés, hablada en Asturias, Cantabria, País Leonés, Extremadura y Miranda del Duero (Portugal) que vincula culturalmente a todos sus pueblos. No sé hasta que punto sus usuarios la consideran una lengua única (astur-leonés) o por el contrario cinco idiomas independientes entre sí (bable, cántabro, leonés, castúo y mirandés) pero en cualquier caso el habla leonesa constituye un gran símbolo de identidad para el pueblo de León.
El habla leonesa - sea idioma o dialecto - es una joya cultural que merece ser recuperada y difícilmente podrá hacerse eso sin voluntad política y sin constituir un País Leonés al margen de la todopoderosa Castilla. Así y todo, es un tema espinoso pues el actual mapa autonómico se configuró atendiendo a criterios geográficos y no históricos. Además, el antiguo reino de León fue anexionado por Castilla; pero también lo fue Navarra y hoy existe al margen de Euskadi y de Castilla- y autonomías como Galicia o Asturias pertenecían al histórico León.
Aunque no se mantengan las mismas fronteras históricas de los antiguos reinos considero necesario constituir un País Leonés independiente de Castilla pero no de España. Castilla, Aragón, Navarra, Valencia, Baleares... Todos los antiguos reinos han configurado un marco geopolítico propio. Todos excepto León. Por historia, tradición, identidad y cultura el País Leonés debe existir. Como demócrata que soy considero que quien debe decidir si quiere o no un País Leonés libre debe ser el pueblo. Y cuando digo el pueblo me refiero, claro, al de toda Castilla y León.
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