«Zamora debería aglutinar toda la cultura tradicional leonesista»
José María Sadia
La Opinión de Zamora | Septiembre 2009
José Luis Alonso Ponga
Director de la Cátedra de Estudios sobre la Tradición en la Universidad de Valladolid
«El famoso tema del Cerco de Zamora y los Romances es una construcción mentirosa y centralista»
El responsable del comité
organizador del congreso sobre antropología que se celebrará en la Fundación Rei Afonso
Henriques, José Luis Alonso Ponga, reparte elogios —«Zamora se merece este
congreso y mucho más»— y críticas constructivas hacia esta tierra. «Los
zamoranos desconocen su historia». En las siguientes líneas, desgrana una
ínfima parte de la cultura y el pensamiento que atesora, fruto de su dilatada y
activa carrera profesional.
—Ha dicho que el Museo Etnográfico es el mejor de España, ¿qué importancia
le concede a este tipo de infraestructuras culturales?
—Es un museo necesario. Los museos etnográficos tienen un valor incalculable.
Por un lado, es un contenedor que recoge las manifestaciones de cultura
tradicional. Por lo tanto, es un puente sin el cual no podríamos conocer todo
lo anterior. Pero es que además es que el Etnográfico deviene histórico.
Estamos recogiendo modelos de vida que nos ayudan a entender esa sociedad, por
eso debería ser el que estuviera más primado de todos. Por otro lado, a través
del museo estamos haciendo entrar en la historia elementos populares que hasta
ahora ni se soñaban. Todo esto es la base de la identidad.
—Dice que debería estar primado, pero hay una lucha constante entre las
instituciones y los museos por la financiación…
—Nos encontramos inmersos en una crisis económica tremenda, y la financiación
ha descendido en todo. No obstante, el Etnográfico de Zamora siempre ha sido
ojo derecho de la Junta ,
me da la impresión. Además, si es el ojo derecho es porque se lo merece. Es un
museo del siglo XXI que trata de recoger, estudiar, conservar y poner en valor
objetos. Sobre todo, y es lo que a mí más me interesa, crea discursos que nos
permiten entender la pluralidad de la vida cotidiana.
—¿Cree que Zamora es una digna sede para el Etnográfico?
Sí, pero voy a decir otra cosa: La mayor representatividad es de las provincias
del Reino de León. Quizá, Zamora debería tomar más conciencia de esta
importancia, debería ponerlo más en valor y que todo el mundo se entere más de
lo que tenemos. Es la ciudad y la provincia que debe aglutinar toda la región
leonesa desde el punto de vista de la cultura tradicional. Y además de esto,
Zamora tendría que decir de una vez: ¡La frontera portuguesa no separa!
—De sus palabras se desprende, una falta de conciencia de la identidad
cultural. ¿Desconocen los zamoranos su pasado?
—Yo estoy seguro de que sí. Los zamoranos conocen un pasado oficial, como los
leoneses y los salmantinos, que, últimamente, están imbuidos por unas ciertas
teorías hegemónicas que tampoco son válidas. Deben ahondar más en sus propias
raíces. El famoso tema del Cerco de Zamora y los Romances son una construcción
mentirosa de un centralismo en un momento dado. Bellido Dolfos nunca es un
traidor, está al servicio de una causa y ya está.
—Por cierto, ¿está enterado de la rehabilitación que se pretende de la
figura de Dolfos?
—Sí, el cambio del Postigo de la
Traición por el de la Lealtad. Y en Valladolid un periodista escribió
que eso de que Bellido Dolfos era un defensor del Reino de León era mentira,
que él defendía lo suyo. Yo digo, claro, él mismo, el escritor, defiende «lo
suyo». Todo el mundo defiende lo suyo. Como la frase lapidaria que dice: «Cada
uno a su interés, menos yo que voy al mío».
—¿Están engañados los zamoranos con respecto del Cerco?
—Yo no soy medievalista, pero nadie ha estudiado todavía cómo y cuándo se han
generado estos mitos «antizamoranos».
—¿Antizamoranos…?
—Obviamente. Yo recuerdo, cuando era pequeño, aquello de «Yo vos reto,
zamoranos, por fementidos traidores…» ¿Quién se inventa la mentira de la Afrenta de Corpes por los
Infantes de Carrión? Son estudios que hay que retomar. Lo hemos metido todo en
un saco. Hay que empezar a decir cuándo se construye esto y quién lo hace.
—Ha hablado uno de los mitos más presentes en la sociedad zamorana. ¿Qué
otros, de los que nos afectan, saldrán a debate en el congreso?
—Habría que hablar del mito de la fundación de la Comunidad Autónoma ,
que tuvo lugar en 1982. El Reino de Castilla y el Reino de León eran otra cosa
que no tienen nada que ver. Jamás ha habido unas fronteras de Castilla y León,
como se nos quiere hacer ver ahora. Aquí se ha hecho un discurso historicista
sesgado, en lugar de hacer uno único, que es el válido. A partir de ahí, será
tiempo de ver lo qué hicieron o lo que no hicieron Isabel la Católica o el Cid por
estas nueve provincias.
—¿Hemos inventado una Comunidad, entonces?
—Evidentemente. Si hay alguien capaz de demostrar en qué momento Castilla y
León tiene esta frontera, que me lo diga.
—¿Ahí radica uno de los principales problemas?
—Para mí, el principal problema es que no se ha creado una identidad real.
Quizá, sí que seguimos poner siete llaves al arca del Cid. Por cierto, me
parece fabuloso el culto a este personaje como motor de cultura y patrimonio.
Lo mismo que debería hacerse de Bellido Dolfos, pero dentro de la Comunidad. Hasta
que no seamos conscientes de que somos una Comunidad formada por regiones,
provincias y comarcas, y como intentemos dinamitarlas pensando en un hipotético
futuro de centralismo, esto no dará resultado nunca. Lo importante es la
riqueza.
«Carlos Piñel y Joaquín Díaz son los más importantes recopiladores actuales»
El antropólogo está de acuerdo en que Zamora ha contado con a la altura de su
propia cultura tradicional. «El padre César Morán es uno de los más importantes
recuperadores de tres grandes provincias del Reino de León. Y obviamente,
Cortés Vázquez. Después, los actuales, lógicamente Joaquín Díaz y Carlos Piñel.
Pero además Bajo Duero, Miguel Manzano…» cita Alonso Ponga, quien aclara que la
investigación de la cultura tradicional «hay que hacerla con dignidad y
seriedad, desde una formación académica». El organizador del congreso de la FRAH insiste en que «no todo
el mundo, porque le haya contado la abuela el cuento, es capaz de hacer la
historia sobre el cuento».
Además, Alonso Ponga defiende que «el antropólogo analiza, no se mete en
valorar». El leonés asegura que «la historia, la religión y la literatura son
fuentes en las que podemos encontrar todo para argumentar todo», para concluir
que «a mí, como antropólogo, en la fundación de mitos, me interesa cómo se
crean, no si son verdad o mentira», porque, según recuerda Alonso Ponga citando
a Machado: «También la verdad se inventa».

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