León, en el candelero
Paco Antón. La Opinión de Zamora
Abril 2010
Por unas u otras causas, el leonesismo
está viviendo unos días de protagonismo muy especial en torno a la celebración
institucional y popular de Villalar. Primero, con el cierre de la penúltima
crisis de la Unión
del Pueblo Leonés, cuyo congreso ha aupado a Javier Chamorro a la secretaría
general del partido y al benaventano Pedro Ángel Gallego a la presidencia. Para
la pequeña historia leonesista queda arrumbado en las cunetas el recuerdo de
personajes como Juan Morano, De Francisco, Herrero Rubinat, Joaquín Otero y
Abel Pardo, entre otros. Después, la contestación y el rechazo a la celebración
comunera ha dado pie a iniciativas como la de colgar en los balcones banderas
de León con crespones negros, propuesta que ha tenido muy escaso éxito incluso
en la ciudad vecina, como he comprobado personalmente. El día después, el 24 de
abril, una veintena de colectivos vinculados a «ComunidadLeonesa.es» rendía
homenaje a los héroes leoneses que en 1808 se rebelaron contra las tropas
francesas de Napoleón. En estas fechas de agitación leonesista uno de los
políticos que ha chupado más cámara por el norte del Reino es el zamorano
Francisco Iglesias Carreño, líder del Prepal, que ha aparecido en portadas
periodísticas sujetando la pancarta e incluso comparte estrellato con el jefe
de la UPL en la
página web de este partido, con un retrato en el que le coloca a Chamorro el
pañuelo cárdeno y un largo artículo titulado «No a Villalar». También el
flamante presidente, el benaventano Pedro Ángel Gallego, tiene ahí su sitio con
la reproducción íntegra de la entrevista publicada el otro día por «La Opinión-El Correo
de Zamora».
Leonesismo de otro corte se respiraba ayer en el Parador Nacional de Turismo de
Benavente, que acogía un acto de conmemoración del 1.100.º aniversario del
Reino de León, una mesa redonda sobre parlamentarismo que pretendía recordar y
reconocer el papel que el viejo reino tuvo allá por 1188 como cuna de las
primeras Cortes reunidas en Europa, cuya segunda convocatoria tuvo a Benavente
como sede en 1202. De la misma forma que toda esa «agitación» leonesista que
desgrano al principio apenas trascendió -pese a la atención mediática- mucho más
allá del ámbito de sus protagonistas y de sus respectivos colectivos, tampoco
el institucional acto de ayer en el Parador Rey Fernando II distrajo a los
ciudadanos de sus tareas cotidianas. Y que conste que, leonesistas o no,
deberíamos prestar algo más de atención a esta evocación del papel que el Reino
de León tuvo en el arraigo de las primeras raíces democráticas en la vieja
Europa, en la promulgación de la primera lista de derechos de los ciudadanos
(Carta Magna Leonesa) y en la creación de una de las primeras universidades
europeas, la de Salamanca, con el impulso inicial del rey zamorano Alfonso IX
de León, que para nosotros debería ser algo más que el nombre de una calle
céntrica.
Aunque sea mirando al pasado -puesto que el mapa autonómico no tiene vuelta de
hoja-, no deberíamos desdeñar esta ocasión del 1.100.º aniversario para
reivindicar un mayor papel del Reino de León en el presente y futuro de la
comunidad autónoma y de España. Habrá que intentar ser más prácticos, que quizá
es lo que nos quiere sugerir el presidente Herrera cuando habla de apostar por
el «autonomismo útil».
http://www.laopiniondezamora.es/opinion/2010/04/27/leon-candelero/431363.html
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